El Utah News Dispatch informa que los datos están a la venta, lo que ha avivado temores sobre cómo podrían ser utilizados y ha llevado a fiscales generales de todo Estados Unidos a advertir a los consumidores: eliminen sus datos.
Eso incluye a la Oficina del Fiscal General de Utah y a la División de Protección al Consumidor del Departamento de Comercio del estado, que están recordando a los residentes sus derechos y protecciones bajo la Ley de Privacidad del Consumidor de Utah y la Ley de Privacidad de Información Genética.
Utah es uno de más de una docena de estados que han aprobado alguna versión de una ley de privacidad de información genética, la cual establece requisitos de privacidad para las empresas de pruebas de ADN directas al consumidor.
En general, las leyes requieren que las empresas obtengan el consentimiento del cliente antes de usar o compartir sus datos, y les permiten solicitar la eliminación de su información genética y la destrucción de las muestras biológicas.
Los residentes de Utah que hayan enviado datos a 23andMe tienen derecho a revocar el acceso a sus datos y a solicitar que 23andMe elimine su cuenta y su información genética.
Los clientes también pueden solicitar la destrucción de sus muestras genéticas a través de la pestaña de configuración en su cuenta de 23andMe.
23andMe fue un gigante de la industria hasta que el precio de sus acciones se desplomó tras una gran filtración de datos en 2023 que afectó a casi 7 millones de clientes. Luego vino un acuerdo de demanda colectiva por 30 millones de dólares.
La empresa se declaró en bancarrota a fines de marzo de este año y anunció que está a la venta.
Artículo traducido por Connor Hollison