A mediados de diciembre, la temperatura promedio mensual fue de 42 grados Fahrenheit. Eso es casi 9 grados por encima del promedio.
Desde el 1 de noviembre, el inicio del año hidrológico de Utah, Park City ha recibido 2.8 pulgadas de nieve. Ese es un mínimo histórico para el Wasatch Back.
La meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional, Brittany Whitlam, dijo que el valle de Salt Lake no ha registrado ninguna nevada medible esta temporada.
“En esta temporada de invierno, nos encontramos actualmente en el quinto lugar de la nevada medible más tardía registrada, y esos registros datan de 1884”, comentó el viernes en el programa “Local News Hour” de KPCW. “Aún nos falta camino para alcanzar la primera nieve más tardía, que actualmente es el 2 de enero, y ocurrió en 1891”.
Aunque los registros de nevadas se remontan a más de 140 años, el Servicio Meteorológico Nacional no comenzó a rastrear las tendencias de temperatura hasta 1992. Desde entonces, Whitlam señaló que los meteorólogos han notado un patrón.
“Hemos visto una tendencia general al alza en las temperaturas, prácticamente en todo el Oeste”, afirmó.
Los expertos en agua y meteorólogos de Utah dicen que, a pesar de los mínimos históricos durante noviembre y parte de diciembre, no se ha perdido la esperanza para el invierno de este año en Utah.
Whitlam señaló que se esperan algunas tormentas antes de Navidad, que posiblemente traigan nieve.
“Estamos bastante retrasados respecto a lo que deberíamos estar para esta época del año, pero vale la pena señalar que marzo suele ser el mes que define el éxito o el fracaso de nuestras temporadas de invierno”, comentó.
El manto nival de Utah suele alcanzar su punto máximo alrededor de principios de abril, y los expertos en agua del estado dicen que dos o tres buenos ciclos de tormentas podrían elevar al estado a niveles normales.
En su actualización más reciente sobre las condiciones hídricas, los expertos indican que la humedad del suelo en Utah está por encima de lo normal para esta época del año. Un suelo bien saturado es beneficioso para el escurrimiento primaveral, ya que permite que el derretimiento de la nieve fluya hacia los embalses en lugar de filtrarse en la tierra seca.
En Utah, aproximadamente el 95% del suministro de agua proviene del manto nival. El almacenamiento en embalses ayuda a preservar el agua para los meses secos de verano y los años de sequía.
Artículo traducido por Connor Hollison